La enseñanza explícita (Enseñanza basada en la evidencia, Parte IV)

No todas las lecciones son iguales, alguno tipos de lecciones tienen más impacto en el rendimiento de los alumnos. Aquí exploramos las estrategias basadas en la evidencia.

La instrucción explícita: una estructura de lección infravalorada que da resultado.

¿Cómo deberías organizar tus lecciones? ¿qué estructura de lección deberías llevar a cabo?

Tu respuesta a estas preguntas tendrá un profundo efecto en el éxito de tu clases. Hay muchas opciones disponibles. Puedes adoptar cualquier postura. Puedes incluir juegos, o puedes darle a tus alumnos a escoger qué hacer. Podrías utilizar la taxonomía de Bloom, la pedagogía productiva o el constructivismo.

¿Cómo nos decantamos por una u otra?

Muchos profesores siguen la moda y hacen lo que todo el mundo hace. Aplican lo que les han dicho en la universidad o lo que les dicen determinados “expertos” de diferentes organizaciones, creyendo ingenuamente que las autoridades que les han dicho esto tienen razones de peso para aconsejar tal o cual enfoque. En realidad muchas de las estructuras, estrategias y teorías mencionadas anteriormente tienen poca o ninguna evidencia demostrable.

En mi opinión, solo hay una forma de elegir qué tipo de estructura aplicamos en nuestras clases: mirando qué es lo que ayuda a más alumnos a progresar. Tu estudiaste para ser profesor porque querías enseñar a niños, por lo tanto deberías determinar la eficacia de tus clases en función del grado de aprendizaje de tus alumnos. Esto es a lo que me refiero con “lecciones que dan resultado”.

La investigación muestra que la enseñanza explícita constituye una poderosa forma de estructurar tus lecciones. Existen varios modelos de enseñanza explícita (también conocida como instrucción directa).

Para información detallada sobre algunos de estos modelos lee Explicit Instruction: Effective & Efficient Teaching (Anita Archer); Explicit Direct Instruction: The Power of a Well Crafted, Well Taught Lesson (John Hollingsworth) y Clear Teaching: With Direct Instruction (Shepard Barbash).

Sin embargo, los ingredientes fundamentales de la enseñanza explícita siempre son los mismos.

Encontrarás dichos ingredientes más abajo. No están basados en opiniones personales, ni están basados en ninguna ideología ni teoría educativa. Al contrario, se derivan de una exhaustiva revisión documental sobre lo que funciona en educación. De hecho, la investigación muestra que producen más impacto en el rendimiento escolar que muchos otros factores.

Individualmente, los elementos de la enseñanza explícita son poderosos. Combinados, son muy potentes.

Enseñanza explícita parte 1: Un objetivo claro

La primera parte de la enseñanza explícita es un objetivo claro. Establecer objetivos en cada lección es fácil, barato y tiene un efecto enorme en cómo rinden los alumnos. El efecto que los objetivos tienen sobre el logro del alumnado es tan grande que está a la par con el efecto que produce el estatus socio-económico de cada alumno.

Desafortunadamente, muchos profesores no establecen objetivos en cada lección. Es más, la mayoría de programaciones están saturadas de contenidos y actividades, intercalados con actividades rutinarias que ocurren cada día.

Para poder tener algún impacto en el rendimiento de los alumno, debes dejar por escrito tus objetivos y debes hacerlo correctamente. La buena noticia es que no es tan difícil como parece.

Los objetivos de lección siempre explican lo que los alumnos necesitan entender y lo que los alumnos van a ser capaces de hacer al final de la lección. Por ejemplo, en el objetivo «sumar fracciones con diferente denominador«, los alumnos necesitan entender que es una fracción y qué es un denominador. También necesitan ser capaces de sumar esas fracciones.

A menudo, los objetivos también contienen una condición concreta, que en este caso es que las fracciones en la suma deben tener diferentes denominadores.

Luego, simplemente pon todos estos elementos juntos, generalmente con una frase inicial como: los estudiantes deben ser capaces de …

Algunos ejemplos:

·      Los alumnos deben ser capaces de sumar fracciones con diferente denominador.

·      Los alumnos deben ser capaces de relacionar lo que leen con sus conocimiento previos.

·      Los alumnos deben ser capaces de enunciar sucesos clave de la Primera Guerra Mundial en orden cronológico.

Al establecer objetivos de lección, dejas claro unos criterios de consecución, que te ayudarán a enfocar las actividades que propongas, y supondrán un reto y una motivación para tus alumnos.

Unos objetivos claros son una parte importante de la enseñanza explícita. Intenta ahora escribir tu programación semanal como una lista de objetivos en vez de cómo una lista de contenidos y actividades. Aquí tienes una plantilla de plan diario para 1º de Primaria y una plantilla de plan semanal que utilizan objetivos en vez de contenidos para remarcar en cada sesión.

Enseñanza explícita Parte 2: Algo de “muestra y explica”

El segundo ingrediente esencial de la enseñanza explícita es el “muestra y explica”.

Básicamente, “explicar” conlleva compartir información o conocimiento con tus alumnos mientras que “mostrar” conlleva modelar cómo hacer algo. Una vez que tengas claro qué quieres que tus alumnos sepan y sean capaces de hacer al final del día, necesitas “explicarles” lo que necesitan llegar a saber y “mostrarles” cómo se hacen esas cosas que quieres que sepan hacer.

Los alumnos en realidad necesitan saber cosas para poder aplicarlas. La enseñanza explicita conlleva contarles nuevas cosas y enseñarles cómo se hacen.

Sin embargo, no deberías pasarte toda la clase “contándoles” cosas a tus alumnos, por lo que es vital que te centres en lo genuinamente importante. Para esto, vuelve a repasar tu plan de clase. Tu plan de clase te ayuda a saber lo que necesitas “contarle” a tu clase. Esto puede incluir el compartir con ellos algunos hechos importantes y explicarles vocabulario asociado al contenido. Puede también incluir repasar reglas que los alumnos deben seguir para que les ayuden en tareas posteriores.

Por ejemplo, piensa en cómo usaría la enseñanza directa para ayudar a los alumnos de Primaria este objetivo de clase:

  • Al final del día, quiero que seas capaz de identificar números primos.

Necesitarías explicar qué significa “identificar” y qué es un “numero primo”. Tus explicaciones deberían ser concisas y amenas para el alumnado.

Mostrarle a los estudiantes cómo hacer cosas conlleva modelar tanto las acciones visibles como el pensamiento subyacente. Tú modelas tus procesos mentales mediante la estrategia de “pensar en alto”, que puede ser visualmente expuesta en un bocadillo de viñeta. Ayudar a los alumnos a “auto-verbalizar” los pasos de una tarea tiene un gran impacto en su aprendizaje. Esto es por lo que es tan importante que tú mismo “pienses en alto” mientras estés programando la tarea a realizar.

Para finalizar tu “muestra y explica”, puede crear un tablón para repasar los puntos principales. Aquí puedes ver un ejemplo extraído del blog Inspired Apple:

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Enseñanza explícita Parte 3: Mucha práctica

La parte final de la enseñanza explícita es la práctica. La práctica hace al maestro, por lo que deberías darles a tus alumnos mucho tiempo para practicar aquello que les acabas de enseñar.

Deberías empezar haciendo algo de práctica guiada. Esto conlleva darle a tus alumnos tiempo para practicar nuevas cosas mientras tú les apoyas. Esto permite a tus alumnos coger fluidez en sus habilidades. Durante este tiempo, controlas cómo lo están haciendo y les vas ayudando si lo necesitan. Esto es la enseñanza explícita incidental.

Una vez que tus alumnos parecen haber cogido el “truco”, es tiempo de corregir su trabajo. Esto te permite saber que van bien antes de seguir avanzando. También te da una oportunidad de recapitular el conocimiento clave y los pasos a seguir mientras que ves algunos ejemplos en clase.

Si la clase está lista les puedes ofrecer tiempo independiente de práctica. Esta práctica les ayuda a mejorar su fluidez y soltura y retener lo que acaban de aprender. Si alguno de tus alumnos sigue necesitando ayuda, se lo puedes volver a explicar y les puedes dar tiempo de mas práctica guiada mientras los demás lo hacen independientes.

La enseñanza explícita en resumen:

1. Sé claro sobre lo que quieres que tus alumnos sepan y sean capaces de hacer al final del día.

2. Explícales a los niños aquello que necesitan saber y muéstrales cómo llevar a cabo aquello que necesitan hacer.

3. Dales tiempo para practicar lo que acaban de aprender.

La investigación muestra que es crucial para los alumnos continuar practicando a lo largo del tiempo los contenidos que han aprendido. Mientras que la práctica es algo esencial, es importante también que les ofrezcas muchas oportunidades posteriores para practicar lo ya aprendido.

La enseñanza explícita ofrece una básica pero potente estructura de lección que es una parte fundamental de la enseñanza basada en la evidencia. Pero la enseñanza explícita no cubre todo lo que puede o debes hacer en el aula.

Para información adicional, explora el resto de entradas.

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Artículo traducido del inglés por el autor de este blog. 

Fuente original aquí

8 comentarios

  1. Estoy de acuerdo en que la enseñanza explícita es un buen método, pero no para el aprendizaje de todo tipo de contenidos. Lo veo muy propicio para aprender procedimientos, pero no tanto para el aprendizaje de hechos, conceptos, datos, principios… ¿Qué opináis? Me ha gustado especialmente la última frase del artículo: «Pero la enseñanza explícita no cubre todo lo que puede o debes hacer en el aula». ¿Y qué otros métodos deberían de utilizarse? Trabajo por ambientes preparados, proyectos, talleres… Estaría bien tener artículos como este, pero en relación a esos otros métodos. ¿No os parece?

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